Hoy no pongo una receta, sino una leyenda: la leyenda de la tarta Sacher de Viena.
La tarta Sacher es un clásico postre de la repostería austriaca que tiene una historia interesante detrás de su creación. La leyenda cuenta que en el siglo XIX, específicamente en 1832, el príncipe Wenzel von Metternich, canciller de Austria, encargó al joven aprendiz de chef Franz Sacher la elaboración de un postre especial para deleitar a sus invitados importantes.
El príncipe deseaba un postre único y delicioso para impresionar a sus invitados, así que Franz Sacher, quien en ese momento tenía solo 16 años, se enfrentó al desafío de crear una receta extraordinaria. Con ingenio y habilidad, Franz combinó ingredientes simples como chocolate, mermelada de albaricoque y bizcocho, dando lugar a la exquisita tarta de chocolate que conocemos hoy como la tarta Sacher.
El resultado fue un éxito rotundo y la tarta Sacher se convirtió en un símbolo de la alta cocina austríaca. La receta original, guardada celosamente por la familia Sacher, fue finalmente vendida al hotel Demel de Viena en 1938, y desde entonces ha sido reproducida en numerosos lugares de todo el mundo, aunque el Hotel Sacher en Viena sigue siendo uno de los lugares más emblemáticos para disfrutar de esta delicia.
La tarta Sacher es conocida por su distintiva capa de chocolate brillante sobre un bizcocho de chocolate húmedo relleno de mermelada de albaricoque. Se sirve a menudo con una bola de crema batida o una bola de helado de vainilla para completar su sabor decadente y suave textura.
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